SOBRE AQUELLO A LO QUE ESTAMOS LLAMADOS, ES INEVITABLE, PERO PODEMOS SEGUIR IGNORANDO.

A lo largo de la vida nos venimos preguntando. ¿Qué me deparará el futuro?, y cuando este llega ya no nos recordamos de la pregunta que nos hicimos y cual fue nuestro anhelo entonces.
A lo largo de los tiempos la humanidad se ha venido preguntando ¿hacia donde avanzamos?, ¿Cuál es la finalidad última de la especie humana?... En respuesta a estas y otras preguntas, en la historia han aparecido lo que en antaño se llamaron profetas, que después fueron denominados visionarios, más tarde médiums y actualmente canalizadores.
La característica fundamental que presentan estas personas, y utilizando el conocimiento que nos ofrece la ciencia y la tecnología, es que todos ellos/as tiene una capacidad excepcional de entrar en niveles profundos de la mente (traducido a un electroencefalograma, ondas theta) sin necesidad de ayuda, y abrir el subconsciente (el hemisferio cerebral derecho que es el 90% de la mente que no utilizamos normalmente) para captar todas aquellas sutiles frecuencias de energías (otros planos de existencia) que los sentidos humanos (olfato, tacto, vista…), son incapaces de percibir.
Que algo no pueda ser captado por nuestros sentidos, no quiere decir que ello no exista y sea vinculante para nuestra vida he incluso para la evolución humana.
De echo, todo lo verdaderamente importante que nos rodea, la fuerza de la gravedad, el amor, la sabiduría, la inteligencia, la consciencia… son realidades intangible que no podemos tocar, pesar…
Retomando lo citado anteriormente, muchas han sido las predicciones realizadas por los humanos sobre los tiempos venideros.
Lo bueno del caso, es que ya estamos metidos de lleno en esas predicciones. Nunca antes la tierra ha estado tan poblada. Nunca antes el planeta soportó índices de toxicidad y contaminación tan altos. Nunca antes los recursos naturales han estado tan explotados y mermados. Nunca antes ha habido tanta diferencia entre el primer y el tercer mundo. Nunca antes el humano del primer mundo ha padecido tantas enfermedades mentales y emocionales. Nunca antes desaparecían tantas especies animales y vegetales tan rápidamente. Nunca antes ha existido tanta pasividad social ante los desastres humanitarios (La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa. Albert Einstein). Nunca antes el humano se ha separado tanto de su esencia espiritual. Nunca antes el humano ha estado tan manipulado por el interés humano…
Y en medio de toda esta espesa niebla, siguen con más insistencia que nunca los mensajes desde el otro lado de la, cada vez más fina cortina, que separa el plano físico del espiritual.
En estos mensajes nos alientan a definir nuestras consciencias (recomiendo la lectura del artículo del blog:Ya no vasta con conservar los talentos. En el apartado: “sobre quienes somos”), a dejar de mirarnos el ombligo, y echar un vistazo a nuestro alrededor. A dejar de culpar a los demás, al mundo… de todo cuanto nos sucede en la vida. Nos alientan a plantearnos que una nueva vida, un nuevo sistema de cosas es posible. Pero para ello es imprescindible un cambio en la conciencia humana.
Ángela Castillo (autora de GIRASOLES AL AMANECER) tubo la gentileza de hacerme partícipe de un correo que le mandaron hace unos dos años y que cita así:
“Dentro de algunos años, comenzarán a organizarse comunidades iluminadas en distintos lugares de la Tierra. Algunas estarán establecidas en sitios que durante siglos han estado dedicados al trabajo ascensional de la Humanidad. Es parte del proceso de actualización de las viejas energía espirituales del planeta. En esta categoría caen muchos monasterios, castillos, templos, conventos y comunidades, cuyas estructuras no desaparecerán, pero que tendrán nuevos moradores.
También, -¿por qué no?- serán transformadas muchas de las comunidades rurales y urbanas que ustedes han conocido. Sin embargo, no serán lugares de aislamiento y recogimiento extremo. Serán lugares en los que podfrán asentarse familias y en los que podrán crecer niños. Serán espacios en los que los dogmas no regirán y en los que no habrá religión más alta que la que surge del interior del Ser Humano. Serán espacios en los que las nuevas energías lo llenarán todo y a donde serán guiados los Humanos Ascendidos que se hallen listos para la experiencia…”

Bien amigos y amigas, sacad vuestras propias conclusiones.
Sobre este tema y en el apartado “sobre la vida”, seguiremos hablando sobre aquello a lo que estamos llamados, es inevitable, pero podemos seguir ignorando.
Un fuerte abrazo.
Carles